
Las consecuencias de los todos y las nadas
Si has escuchado o dicho más de una vez “Todos los hombres/mujeres son iguales”, “Nadie me entiende”, “Siempre es lo mismo”, “En la oficina todo el mundo se escaquea”…corres el peligro de entrar en las tierras movedizas de abusar de las generalizaciones en tu comunicación o lo que Tonny Robbins define en su libro “Poder sin Límites” como “hojarasca”. Una generalización es una distorsión de la realidad, una suposición de la que nos valemos para, a veces, evitar mostrar la falta de conocimiento en alguna cuestión, otras para emitir pensamientos como si fueran axiomas y, en más de una ocasión, es la estrategia de la que nos valemos para culpabilizar a algo ajeno a nosotros de que no podamos alcanzar algún objetivo.
Observando conversaciones propias y ajenas me he dado cuenta de que la mayoría de las quejas se formulan con generalizaciones y que el formato para enunciar cosas o creencias establecidas y que, en apariencia, no pueden modificarse también es la generalización.
“Todo me va mal”, “Las personas nunca cambian”, …Stop, stop….¿Todo? , ¿Nunca?, ¿Siempre?, ¿Nadie?… Exacto, este tipo de palabras las encontrarás en las generalizaciones y si a tu interlocutor le repites esa misma palabra en tono de pregunta, ¿qué crees que va a pasar?. Es posible que su primera reacción sea de sorpresa pero te garantizo que le habrás dado la llave para comenzar un proceso de comunicación de mayor calidad que favorecerá el incremento de la empatía, la confianza y el entendimiento entre vosotros mediante la concreción. Del mismo modo, si tu expresas con precisión un estado de ánimo, una petición, un sentimiento o la descripción de un acontecimiento, la otra persona puede entenderte o ayudarte mucho mejor. La diferencia entre “nadie me entiende” y “no me siento comprendido por algunos miembros de mi familia” puede darle a tu interlocutor la clave para saber cómo te puede ayudar exactamente y para que él si te entienda.
Tonny Robbins lo define como el “modelo de la precisión” . Modelo que, mediante una una regla nemotécnica a través de nuestras manos, contrapone la generalización (mano derecha) con la precisión (mano izquierda) y adjudica a cada dedo una función en ambas manos.
Reconozco que he intentado memorizarlo para ponerlo en práctica pero no consigo retenerlo en su totalidad. Si os pasa lo mismo que a mi, podéis comenzar con formular a vuestros interlocutores en forma de pregunta la misma generalización que os digan o las palabras que os he comentado antes. Seguro que de esta forma siempre mejorarán vuestras relaciones… ¿Siempre?…Vale, de acuerdo, confieso que yo también generalizo algunas veces…
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